Para hacer trabajos de impermeabilización en donde se colocarán, pavimentos flexibles (concreto asfáltico), membranas asfálticas pre-elaboradas, se necesita realizar previamente un tratamiento en la superficie llamado imprimación asfáltica. ¿Qué es este proceso y para qué sirve? A continuación te lo explicamos.
La imprimación asfáltica es un proceso en donde se aplica un material asfaltico diluido en forma plana a una superficie hecha de un material granular no tratado, por ejemplo la grava de rio o la sub base, o en una superficie de base granular no tratada, como la piedra, la escoria, la roca, entre otras. En otras palabras, es aplicar al sustrato una película asfáltica. Tras limpiar la superficie, para que no queden partículas de polvo o arena, se realiza la imprimación asfáltica al pintar la superficie con asfalto líquido, por lo que la cubierta acabará de color negro.
Con la imprimación asfáltica se sellan poros, grietas pequeñas y fisuras, dando ya una impermeabilización. Para colocar la membrana asfáltica se requiere calentar con soplete y quemar el polietileno de la membrana en la zona inferior.
Cuando se quema el polietileno, el asfalto de la membrana caliente queda y presiona continúan y así se pega ambos asfaltos, el de la membrana con el de la imprimación asfáltica. Así se adhiere la membrana de forma total al sustrato.
Básicamente es una doble impermeabilización. Una es la que se efectuó primero con la imprimación asfáltica y la otra es la membrana asfáltica colocada sobre esta imprimación, logrando así una impermeabilización perfecta.
Para la imprimación asfáltica se suele usar dos tipos de asfaltos. Uno es la emulsión asfáltica de base acuosa, también conocido como hidroasfalto, que es de aplicación en frío. El otro tipo es la pintura asfáltica base solvente, la cual es de secado rápido y también de aplicación en frío. Dichos productos ya vienen listos para usar y son los más utilizados.