Los martillos mecánicos, conocidos también como martillos neumáticos o demoledoras de pavimentos, son máquinas, usualmente de uso profesional, utilizadas para demoler pavimentos, hacer grandes agujeros o demoler diferentes construcciones. Hay tres tipos de martillos mecánicos: los neumáticos, los hidráulicos y los eléctricos.
Los martillos neumáticos son taladros percutores portátiles cuyo funcionamiento se basa en mecanismos de aire comprimido. Tal como un martillo funciona sin agujerear sino percutiendo la superficie para poder romperla en trozos.
Las principales partes de un martillo neumático son:
- Empuñadura. Esta tiene válvula de mando de aire y se conecta a una manguera.
- Distribuidor, el cual regula el mando de aire para enviarlo por cada lado del émbolo.
- Cilindro. En el mismo se localiza y se desplaza el émbolo, el que golpea la cabeza del aparato, ubicada en la parte inferior del martillo, con la que se trabaja.
Detalles sobre el uso de martillos neumáticos
- El uso de martillos neumáticos en superficies verticales no es práctico, por ejemplo en paredes. Sucede que resulta difícil mantener el aparato en posición horizontal, pues presenta una masa por lo general elevada, perdiéndose la ventaja de que su mismo peso lo sostenga.
- Usualmente es manejado por una sola persona. Su fuente de poder consiste en un equipo compresor, que es independiente y capaz de suministrar el volumen de aire comprimido adecuado para la herramienta.
- El uso de los martillos neumáticos tiene efectos dañinos en la salud. Ocurre que estos aparatos producen un ruido que puede alcanzar los cien decibelios a dos metros, razón por la cual representan un riesgo de pérdida auditiva si se usan continuamente. Si el martillo es manual, el operador debe colocarse orejeras de seguridad que sean antirruidos. Otro riesgo son los fallos circulatorios en las manos y en los hombros que pueden ocasionar si la persona está expuesta mucho rato al aparato, debido a las continuas vibraciones que este produce.